Sunday, January 10, 2010

Gente y el salón


En la calle frente al salón el tipo la espera y ya lleva quince minutos fumando cigarrillos y enviando mensajitos por el teléfono como un maricón, hola mi amor, era ella jálando la puerta del Corolla '92, ahora él le mueve el pelo limpio y oloroso hacia un lado mientras la besa pasando a primera. Rocío era oriunda del Pecueso, a los dieciseis se habia prostituído para no depender de sus padres, pero no piensen que era cuero barato, cobrara auténticas fortunas por pasearse de brazos con maduros dueños de bancas deportivas en el malecón y megacentro. Por quinientos pesos contaba un chiste puerco frente a los amigos de sus clientes y por mil quinientos bailaba desnuda en el tubo. Durante la semana estudiaba algún secretariado en CENTU, llevando siempre el pelo arreglado y acompañada de un intelecto del University of Carachi. Rocío ya tenía veintiseis, y harta de la vida de mona decide emprender la búsqueda de alimentos más espirituales aceptándo casarse con el primer hombre que aceptara esperarle dos jueves corridos en el salón.

El vehículo se puso en marcha y adiós a Rocío.

Otro día yo caminando veo a Don Carlos montado en su vehículo en la calle frente al salón, ya era de noche, éste señor es el esposo de Doña Lourdes, dueña y administradora de nuestro salón. El la espera fumando cigarrillos y revisando tal vez una factura de algún proveedor.

-Cuénteme Don Carlos, ¿cómo le ha ido?, solo por ser cordial
-Ay hijo, la misma mierda de siempre... ya puedes verlo, no?

Después era yo quien esperaba, entré. ¿Y cómo era aquél salón? Limpio y adornado, con secadoras en serie, me sorprendió que no tenía aquél aroma a proteína vaporizada aunque eso si, tenía espejos hasta para poder verse la verguenza. La señora de Don Carlos administraba el salón, la caja. Era una cincuentona fina y bien vestida que cobraba cuatroscientes setenta y cinco por lavado de pelo, sin sudar mucho. Con frecuencia le visitaba su hija, por fin, pero mejor no digo quien es ya que todos la conocen, muy bonita, unos veintiseis, doctora con tatuaje al final de la espalda, más de dos vacaciones en Europa, y más cuero que la misma Rocío.

1 Comments:

Blogger Judas said...

Si que me recordo a la cancion de Aubele... Pero creo que la supera quizas sea por el nacionalismo o las ganas de incordiar.
La violencia en este caso era mas que necesaria.
Que buena forma de empezar el año en este nuestro escondido y pariguayo blog.

PS. Que foto ma apera.

6:23 PM  

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