Yo también lo odiaba.
¿Y porqué hacia el microbloggin? Hemos comprendido la importancia y el potencial de compartir nuestras ideas. En Twitter estamos todos juntos: cronopios, famas, esperanzas... y hasta el mismo Cortázar! Además, somos hombres de carne y hueso detrás de estos avatares, con necesidades y Maslow.
Las intenciones siguen siendo buenas. Seguimos avanzando hasta donde las palabras nos puedan llevar.
La Pulpería sigue abierta.