Sunday, November 06, 2005

Señalizaciónes


"Tóme la Ave. 27 de Febrero hacia el Este unos 500mts y luego doble hacia la derecha en la Ave. Tiradentes; 250 Mts más adelante encontrará señales de tránsito bien interesantes (e importantes)."

En realidad las señales de tránsito son muy útiles y casi hasta esenciales para el buen desenvolvimiento del tránsito y además, son factores de suma relevancia a la hora de armonizar al conductor con el peatón, es decir, relación conductor-peatón.

Una vez vi como un hombre evitaba un accidente en la Ave. La Delincuencia esq. La Conciencia, lo salvó un letrero que decía "PARE"; el Sr. de la corbata blanca que conducia el Toyota negro obedeció a las indicaciones localizadas en la intersección Delincuencia-Conciencia, no hubo mas que un ririruidoso guallón de gomas.

Las señalizaciones de tránsito son súmamente importantes. Sin embargo, muchas personas no saben qué significa cada una de las señales. El símbolo con la figura caminando significa que uno puede cruzar, pero debe estar alerta a vehículos que giran, aunque esto muchas veces es relativo. Tengo un amigo Suizo que cuenta que una vez en su ciudad, observaba unas estadísticas de la revista Ekonomicks cruzando la 1st Class Avenue, llevándose a penas de la luz verde parpadeante que indica si puedes o no cruzar, su enfoque en las económicas y su visibilidad fuera de enfoque en las señalizaciones. Obvian preocuparse por cosas tan lógicas.

Otra de las principales causas de choques entre peatones y vehículos es que a menudo los conductores se fijan si se acercan otros vehículos, pero se olvidan de fijarse si hay peatones, y esto es generalizando el hecho de que si chocas a otro habrán muchas posibilidades de que se trate de un miembro de la Policia, con un revólver cargado y un corazón rabioso pero tierno y delicado, sensible (casado dos veces, tres hijos, un nieto naturalizado y un sueldo que da resaca). En cambio, chocar un peatón es igual a tres segundos de estupidez y revoluciones por encima de ls 30Kph/s, para cuando pensaste ya ibas muy lejos.

*Vivimos en mundo de velocidades y yo no se llevar el acelerador.

En fin, lo mejor es respetar las señales de tránsito ya que será muy probable que el otro no las respete, pero por algo hay corbatas blancas y Toyotas negros.


El carro con fuego por debajo en Las Américas! ¿De dónde sacaron esas cubetas de agua?? ¿!Del mar?! (Porqué hay fuego ahí)
Nos fuimos por el camino equivocado, según ese cartel estamos a 23 Kms de San Pedro de Macoris, cuidado con el giro ya que estamos en una bidireccional y además eso por ese lado parece un barranco!!!

3 Comments:

Blogger Judas said...

muy educativo profesol... Alla Casi nadie obedece las se'ales y menos de noche... recuerdo cuantos accidentes vi pasar en la esquina de mi casa c/Santiago esq. Hns Deligne... Si obedecieran los cuatro "Stop" signs fuera una historia diferente...

8:39 PM  
Blogger careblock said...

Oh si!!! Muchísimos accidentes en esa esquina.. recuerdo aquel muro todo desbaratado, creo que los dueños lo dejaron así en vista de que a cada rato venia uno y lo descomponía (por no obedecer la señal de PARE).

4:30 AM  
Anonymous Anonymous said...

Date: Tue, 8 Nov 2005 05:37:11 -0800 (PST)
Subject: Padre Ruquoy, perdónenos usted a nosotros

Domingo, 06 de noviembre de 2005



El Nacional, Santo Domingo, R.D.



- Por Sara Pérez



Distinguido Señor:



El 3 de noviembre se reseñó en el periódico Hoy que usted pedía perdón al pueblo dominicano y a las autoridades civiles y religiosas por haber declarado como hijos suyos, con fines de regularizar el estatus legal de los mismos, a dos niños de origen haitiano, nacidos en República Dominicana.



Como parte de ese pueblo dominicano y sin sentirme vocera más que de mí misma, permítame decirle que quienes tenemos que pedir perdón somos nosotros, porque usted no habría tenido que hacer eso, si las leyes dominicanas se respetaran y si los irresponsables gobiernos dominicano, haitiano, norteamericano, entre otros, buscaran soluciones humanas, sensibles y justas, a una situación desesperada como la de Haití.



Los haitianos en República Dominicana me recuerdan aquella fábula del mendigo que se autocompadecía porque su comida era dos o tres uvas, hasta que miró hacia atrás y vió a otro mendigo que recogía las cáscaras de las uvas que él había masticado y tirado. Si los dominicanos no tuviéramos a los haitianos, tendríamos que inventarlos, aunque sólo sea para que nos eleven la autoestima. Los políticos ladrones, los prelados religiosos corruptos, los empresarios insaciables que gobiernan la República Dominicana, debían estar orgullosos de que la mierda de país que han hecho, aparezca como una tierra prometida, aunque sólo sea ante los ojos del más miserable y desamparado de todos los pueblos de América.



Las excusas tenemos que pedirlas nosotros, padre Ruquoy, la prensa, tan objetiva ella, que cuenta cuántas haitianas alumbran en los hospitales dominicanos, pero no sabe cuántas dominicanas tienen sus hijos en los hospitales de Estados Unidos, Puerto Rico, Canada, España, Italia, Francia, Bélgica, Holanda, etc. Tal vez algunos aspiran a recoger los escombros del muro de Berlín para colocarlo en la frontera domínico-haitiana.



Cierto que República Dominicana no tiene los recursos de otros, pero no es tan pobre como para que no pueda ser saqueada por banqueros, políticos, iglesias, militares y empresarios, así es que bien se puede sacar alguna tajadita para obras filantrópicas, si es que prefieren llamarle donación a lo que es justicia y derechos humanos universales. El pueblo dominicano se bastaría a sí mismo y le sobraría para darle a Haití, Guatemala, y otros países más descalabrados que ella, si se ahorrara algo de lo que malgastan sus gobernantes. Nada más con reducir a niveles razonables las pensiones desproporcionadas de ciertos ex funcionarios, eliminar las ONGs de los congresistas y otros de sus gastos superfluos y poner algún control >financiero a la Liga Municipal Dominicana, sobrarían recursos para resolver más de una urgencia, sin importar el color, ni el origen del beneficiado.



¿Que son ilegales? Pero ¿puede hablar de legalidad un mamotreto ridículo de Estado, que incumple flagrantemente su Constitución, en la que se considera dominicano a todo el nacido en su territorio? ¿Un Estado que socava las vías institucionales para regularizar el estatus legal de sus habitantes y cuyas oficialías civiles, muchas de ellas dirigidas por gánsteres, son un desastre, en las que con dinero y macuteos se resuelve cualquier cosa, desde certificados de nacimientos falsos para prospectos de beisbol con edades alteradas, hasta declaraciones tardías de hijos impropios? ¿Puede reclamar legalidad, el mismo Estado que por décadas, especialmente durante los gobiernos de Balaguer, traficó con haitianos, los explotó, los exprimió, los esclavizó, los segregó en chiqueros, sin proporcionarles servicios elementales, para después dejar en un limbo jurídico a sus hijos, nietos y continuadores de esa tradición, (iniciada, aupada, consolidada por el Estado), de llegar a trabajar a República dominicana sin documentos, sin garantías, sin nada?.



Además, padre Ruquoy, los dominicanos debían ser más comprensivos con los que en aras de la sobrevivencia, a veces buscando una pequeña hebra para aferrarse a la vida, utilizan algunos subterfugios para legalizar su estatus en algún país extranjero. El berenjenal que tienen muchos dominicanos en los papeleos de migración no es precisamente un modelo de probidad y exactitud. Hay niños que aparecen en los papeles como hijos de un tío, o de la abuela. Hermanos casados entre sí, con documentos falsos, proporcionados por el Estado Dominicano a través de sus oficialías civiles.



Suplantaciones de identidad. Una mujer que "viaja" con los documentos de su hermana. Otro que por una u otra razón no califica para obtener visas y residencias y los solicita con los documentos de un familiar fallecido. Gente que trabaja utilizando el número de seguro social de otro. Personas que han salido -sabrá Dios cuántas- del país con pasaportes de regidores. En fin, un millón de triquiñuelas a las que recurren gentes desesperadas, en cuyo país el caos es parte de la experiencia vital y violar procedimientos burocráticos -y de cualquier tipo- es una rutina generalizada. Si Balaguer, el padre de la democracia dominicana, consideraba que La Constitución es un pedazo de papel, -para limpiarse el trasero, digo yo-, ¿por qué el vendedor analfabeto de cocos fríos o el infeliz dominicano, de origen haitiano, con los mecanismos de incorporación normal al sistema cerrados, debe preocuparse porque su acta de nacimiento sea estrictamente fidedigna?



Y no tiene usted que pedir excusas tampoco a las autoridades religiosas de la Iglesia a la que pertenece. El catolicismo se implementó en lo que hoy es el territorio dominicano, enarbolado por un criminal llamado Cristóbal Colón, que cuando llegó a esas tierras era un ilegal sin visa y sin permiso de entrada y hoy se le homenajea con faros y estatuas. Todo hay que verlo en perspectiva. Quizás dentro de 500 años los faros y estatuas de República Dominicana homenajeen a algún dominicano llamado Luis Pié.



No, no pida perdón padre Ruquoy. Si por algo no deben los seres humanos pedir perdón, es por comprometerse, por ser solidarios, por arriesgarse y conmoverse ante la desgracia y la miseria de otros.

11:34 AM  

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